Las “soft skills” o
habilidades blandas son aquellos atributos, destrezas o características
personales que nos permiten interactuar de manera efectiva con los
demás, y son resultado de una combinación de habilidades sociales, de
comunicación, de acercamiento a los demás y de otros factores que facilitan las
relaciones y la comunicación efectiva con las personas.
Por su parte, las habilidades
duras o "hard skills" tienen relación con los requerimientos
formales y técnicos que nos permiten realizar una determinada
actividad; un ejemplo es el conjunto de conocimientos teórico-prácticos que
posee una persona sobre los procedimientos y modo de operación de un puesto de
trabajo determinado.
En los últimos años las "soft
skills" o competencias sociales han cobrado mayor importancia para las
empresas, ya que la experiencia ha demostrado que se puede contratar a un
profesional brillante, inteligente y con una excelente preparación técnica,
pero si no es capaz de relacionarse, trabajar en equipo, asumir el liderazgo,
motivar y colaborar con los demás, es muy probable que tenga niveles pobres de
desempeño y productividad.
Es importante señalar que las habilidades blandas son un buen complemento de las habilidades duras, pues aunque hay puestos en los que se requiere que se tengan conocimientos especializados, las organizaciones contemporáneas reconocen la utilidad de estas competencias sociales para enfrentar los retos que se presentan día con día.
Entre las competencias sociales más importantes que buscan las empresas en sus empleados están las siguientes:
Es importante señalar que las habilidades blandas son un buen complemento de las habilidades duras, pues aunque hay puestos en los que se requiere que se tengan conocimientos especializados, las organizaciones contemporáneas reconocen la utilidad de estas competencias sociales para enfrentar los retos que se presentan día con día.
Entre las competencias sociales más importantes que buscan las empresas en sus empleados están las siguientes:
1. Escucha Activa: la primera de las habilidades sociales es escuchar,
ésta constituye la base para dialogar, negociar, ayudar, comprender, colaborar,
etc. Un individuo que escucha activamente a sus interlocutores podrá establecer
y mantener fácilmente relaciones interpersonales cercanas.
2. Respeto por los demás: consiste en aceptar y apreciar las diferencias
individuales y grupales valorando los derechos de todas las personas. Este
respeto conduce a que las personas se muestren más comprensivas, tolerantes,
pacientes, flexibles y abiertas.
3. Comunicación receptiva y expresiva: es la capacidad para recibir
los mensajes con precisión, además de ser capaz para iniciar y mantener
conversaciones poniendo atención en los detalles del lenguaje verbal y no
verbal.
4. Asertividad: consiste en mantener un comportamiento equilibrado
entre la agresividad y la pasividad demostrando capacidad para defender y
expresar los propios derechos, opiniones y sentimientos pero al mismo tiempo
respetando las opiniones y derechos de los demás.
5. Prevención y solución de conflictos: es la capacidad para
identificar, anticiparse o enfrentar resolutivamente los conflictos sociales y
problemas interpersonales. En el caso de que inevitablemente se produzca
un conflicto interpersonal, lo que se desea es que se afronten los conflictos
de forma positiva aportando soluciones constructivas y para lograrlo serán
necesarias habilidades de negociación y mediación para llegar a acuerdos y soluciones
pacíficas del problema, considerando la perspectiva y los sentimientos de los
demás.
6. Manejo efectivo de situaciones emocionales: esta habilidad consiste
en regular y controlar las emociones propias y ajenas, sobretodo en situaciones
de crisis y estrés.
7. Empatía: tiene que ver con la capacidad para percibir y comprender
los sentimientos, necesidades, preocupaciones y actitudes de los demás.
8. Responsabilidad por otros: esta se relaciona con la capacidad
para delegar, confiar y supervisar el trabajo tomando la responsabilidad por
las acciones de otras personas.
Muchas de ellas las desarrollaremos y profundizaremos en futuras entradas.
Al igual que las habilidades
duras, nuestras competencias sociales también se pueden desarrollar asistiendo
a cursos y talleres sobre inteligencia emocional, trabajo en equipo, técnicas
de negociación o comunicación efectiva, sin embargo algunos puntos relevantes
que te pueden ayudar son:
- Trata de comunicar
claramente tus ideas, opiniones y/o sentimientos. Comienza simplemente
por concienciarte sobre cómo se sienten los demás cuando estás cerca o cuando
están hablando contigo. Analiza tu ritmo y volumen al hablar.
- Practica tus habilidades
auditivas. Haz preguntas para saber más sobre lo que la persona te está
diciendo. No interrumpas a las demás personas, permite que terminen lo que
están diciendo antes de intervenir.
- Presta atención
al lenguaje
corporal de los demás, observando la postura que asumen, su tono de voz,
el contacto visual (o falta de éste), gestos y expresiones faciales.
- Trata de entablar
relación participando activamente en eventos sociales dentro del trabajo
pero mantente alejado de los rumores.
- En caso de un conflicto
trata los asuntos en privado con las personas involucradas. Aborda los temas
delicados de una manera asertiva y sin juzgar. Haz preguntas que te permitan
entender sus puntos de vista y busca encontrar una solución en conjunto.
- Asume una actitud
positiva en situaciones difíciles y mantén la calma en momentos de
crisis, brindando apoyo y colaboración.
No te preocupes por tus competencias
técnicas, también busca desarrollar estas “habilidades blandas”, ya que son las
que podrán generar tu proyección en el mundo laboral y personal.
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