jueves, 24 de octubre de 2013

MOTIVACIÓN LABORAL (PALO O ZANAHORIA)

¿Palo o zanahoria? En ocasiones esta pregunta se vuelve recurrente en el mundo de la empresa, sobre todos en mandos intermedios y puestos directivos en los que se tienen a cargo a un grupo de personas. Algunos intentan buscar la motivación desde la presión, otros desde la capacidad personal y la identificación con la empresa. Lo ideal sería encontrar los resortes oportunos para el buen desempeño del trabajador, desde un prisma positivo y de confianza, pero tambíen de eficiencia, compromiso y responsabilidad con el consiguiente beneficio empresarial. Para explicar estas dos vertientes nos podemos fijar en el modelo planteado por Douglas McGregor (El lado humano de las organizaciones) en el describe dos formas de pensamiento directivo a las que denominó "Teoría X" y "Teoría Y". Sus características son las siguientes: 

TEORÍA X
TEORÍA Y

-    A los empleados inherentemente les disgusta el trabajo y, siempre que sea posible, procuraran evitarlo

-    Puesto que los empleados les disgusta el trabajo, deben ser coaccionados, controlados o amenazados con sanciones para que alcancen metas

-    Los empleados evitaran sumir responsabilidades y buscaran una dirección formal, siempre que sea posible

-    La mayoría de los trabajadores colocan la seguridad por encima de todos los demás factores asociados con el trabajo y muestran poca ambición

-    Los empleados pueden considerar el trabajo tan natural como el descanso y el juego

-    La gente ejercerá auto dirección y autocontrol si está comprometida con los objetivos

-    La persona puede aprender a aceptar incluso buscar asumir responsabilidades

-    La capacidad de tomar decisiones innovadoras está ampliamente dispersa en toda la población y no necesariamente es patrimonio exclusivo de los que ocupan puestos administrativos

"No existe una motivación de las personas, sino una motivación para cada persona en un momento y contexto determinados"

 

Algunos factores a tener en cuenta y que pueden mejorar la motivación laboral son los siguientes:

1. Asignación correcta de los puestos de trabajo.  Cada trabajador debe ocupar un puesto adecuado a su perfil. ¿El candidato está preparado para ese trabajo? ¿Le gusta? ¿Se siente cómodo? Si no es así, puede que se aburra o que no pueda realizarlo con éxito.   

2. Participación de los trabajadores en la toma de decisiones.  Involucrando a las personas en las decisiones, se obtienen unos mejores resultados, promoviendo la comunicación en todas direcciones y escuchando  las propuestas del equipo y de ser posible, poniéndolas en práctica. 

3. Conceder autonomía. Delegar de forma eficaz genera confianza en el equipo de trabajo. El hecho de tener cierto margen de libertad para el desarrollo de las tareas es una fuente importante de motivación.

4. Generar un ambiente de trabajo positivo. Tratar de mejorar la convivencia laboral. Si existen conflictos en el equipo, es un buen momento para que se intervenga. Escuchar y actuar es una forma de demostrar que hay preocupación por el ambiente laboral. 

5. Dar oportunidades de desarrollo.  Al conocer las áreas de interés de cada persona, se pueden ofrecer posibilidades para que amplíen sus capacidades o se mantengan actualizados.

6. No minimizar la importancia del salario. El salario no es un factor que produzca motivación por sí mismo, pero si no es congruente con el mercado, la actividad, el puesto, e incluso con las posibilidades de presupuesto de la empresa, será un elemento clave de insatisfacción, que difícilmente pueda neutralizarse.

7. Mejora del lugar físico de trabajo. Garantizar a los empleados que estén cómodos en el espacio de trabajo, sea una oficina, un taller, un comercio o una oficina móvil. Esto implica que tengan los elementos adecuados para realizar sus tareas.

8. Negociación de objetivos con tu equipo. Cuando las metas y los objetivos se establecen en conjunto los trabajadores se sienten más comprometidos. Al hacerlos partícipes, se tienen en cuenta sus expectativas y capacidades, lo que produce un mayor incentivo por alcanzarlos.

9. Premiar al equipo por un trabajo bien hecho. Cuando los objetivos se cumplen, es importante reconocerlo y en ocasiones premiarlo: un regalo, días de vacaciones adicionales, una promoción o un beneficio económico.

10. Instauración de políticas flexibles. El conocimiento sobre el personal es información valiosa para motivar a tu equipo de trabajo, pudiendo brindarles flexibilidad dónde más lo aprecian: horario flexible o adaptado a las necesidades, etc.

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