domingo, 24 de noviembre de 2013

LA ELECCIÓN EFICAZ DEL OBJETIVO (S.M.A.R.T.)

S.M.A.R.T., es un acrónimo inglés para marcar principios que nos ayuden a clarificar y estipular adecuadamente nuestros objetivos.

(S) Específicos: Al establecer tus objetivos, debes asegurarte de que cada uno de ellos contiene una acción determinada. Un objetivo no es genérico como tal, está referido a algo concreto. Cuanto más detallado sea, mejor será su comprensión y mayores las posibilidades de ser alcanzado.

(M) Medibles: Un objetivo que no puede medirse, no sirve ya que no contribuye de una forma cuantificable a alcanzar nuestras metas y lo que es peor, no podemos confirmar si se ha logrado o no.

(A) Alcanzables: Plantearse objetivos inalcanzables no contribuye a nuestra planificación, mas bien, contribuye al escepticismo, ya que la función de un objetivo es la de posibilitar una meta, no la de obstruirla. Por lo tanto deben ser retadores, pero nunca imposibles de lograr.

(R) Realistas: Ser irrealista a la hora de plantear un objetivo nos desmotivará e impedirá que continuemos peleando por nuestras metas. Un objetivo debe motivar, debe empujarnos hacia su logro, debe desafiarnos en los momentos difíciles; plantear un objetivo irreal no lo consigue.

(T) Tiempo relacionado: Trabajar contra plazos es la única forma de romper la inmovilidad de un objetivo eterno. Si un objetivo no tiene plazos marcados, entonces es un objetivo abierto y un objetivo abierto es un objetivo eterno.

Lo podríamos resumir en las siguientes condiciones básicas para su correcta construcción:

-          Definirlo en forma positiva (centrarse en lo que se quiere) y específica
-          Con un contexto concreto y tamaño adecuado
-          Que pueda comprobarse su resultado de forma sensorial
-          Que sea ecológico(respetuoso para uno mismo y el entorno) y dependa de la persona
-          Que tenga un beneficio mayor (“meta objetivo”)

lunes, 18 de noviembre de 2013

EL OBJETIVO ¿QUÉ CAMINO DEBO TOMAR?

Los objetivos son la columna vertebral de nuestro desarrollo y crecimiento personal o de una empresa. Son el puesto de mando que nos indica la salud y el grado de satisfacción, motivación y consecución. Actúan como brújula que nos indican si vamos en la buena dirección, sin este elemento estamos perdidos.

“SIN OBJETIVOS NO HAY ÉXITO”

Para definir los objetivos, hay que tener en cuenta una serie de aspectos, entre los que destacan, sus cualidades generales, las características de sus componentes y la estructura de su formulación

La elaboración de unos buenos objetivos implica una profunda reflexión sobre nuestra propia marcha y la elección del camino.

Pudiera parecer sencillo redactar un objetivo, pero en la mayor parte de las ocasiones las personas no saben ni lo que quieren. Esto viene determinado por la mala identificación de lo que la persona anhela en su vida. Por todo ello, la idea de que redactar un objetivo es algo fácil es, en realidad, un “efecto óptico”, por la complejidad que puede llevar entroncada la definición de un objetivo.


Tomado de Alicia en el País de las Maravillas por Lewis Carroll

Alicia llega a un lugar en el bosque en donde el camino se parte en dos y ella no sabe por cual seguir. Alicia mira al gato que hay en el árbol y le pregunta:

A: Señor gato, ¿Qué camino debo tomar?

G: ¿Eso depende del lugar al que quieras ir?

A: La verdad es que me da igual

G: Entonces realmente no importa el camino que escojas


"SI UN HOMBRE NO SABE A QUÉ PUERTO NAVEGA, NINGUN VIENTO ES FAVORABLE"

En la siguiente entrada analizaremos con más detenimiento la elección eficaz del objetivo a través del método S.M.A.R.T.

martes, 12 de noviembre de 2013

TIPOS DE COACHING Y MODELO BÁSICO DE COACHING (C.R.A.)

El concepto de Coaching es muy amplio. Para evitar confusiones se establecen  ciertos límites para acotar el ámbito de actuación. No es lo mismo analizar cómo una persona puede alcanzar su meta de ser más feliz con su familia, que entender porqué un equipo es poco productivo.

Teniendo en cuenta el contenido, es posible hablar de dos grandes tipos de Coaching:

1. Coaching Personal: Hace referencia a Coaching de habilidades para la vida diaria. Suele hablar de proyectos de vida, misión personal, objetivos, apoyo durante fases de cambio, desafiar, intercambiar ideas y estrategias, etc.

2. Coaching Organizacional que engloba:

-   Coaching Empresarial: Incluyen la gestión del tiempo, la productividad, comunicación, cuotas de mercado, la satisfacción de los clientes, etc.

- Coaching Ejecutivo: Proviene de programas para el desarrollo del liderazgo y se interesa en habilidades de dirección, rendimiento personal, desarrollo profesional, etc.

Existen varios modelos para seguir un proceso de Coaching (GROW, OUTCOMES, etc…). Nosotros nos vamos a centrar en el Modelo Básico o C.R.A., el cual se identifica con tres parámetros, que son los siguientes:

1. Tomar Conciencia: Clarificar cual es la situación actual y qué queremos. Permite percibir con claridad el contexto y las circunstancias existentes.

2. Responsabilidad Personal: Compromiso del cliente para implicarse en el proceso de cambio. Detectar nuestra responsabilidad sobe el resultado que deseamos obtener.

3. Acción: Establecer y cumplir tareas, que nos acerquen cada vez más al objetivo final o meta establecida. Una acción con conciencia y responsabilidad promueve el crecimiento individual y la consolidación de la persona en nuevos niveles de realización personal y profesional.

viernes, 1 de noviembre de 2013

LOS MIEDOS DE LOS TRABAJADORES

El departamento de RRHH de la plataforma de empleo Jobandtalent ha realizado un informe sobre los miedos que atenazan a los españoles en el ámbito laboral y del empleo, que tienen que ver, entre otros aspectos, con posibles pérdidas del puesto de trabajo, con compañeros mejor preparados o con bajos salarios.

Estos son los miedos actuales que aparecen en la rutina profesional de los trabajadores españoles:

1. Perder el trabajo debido a unas altas expectativas: Un estudio reciente señalaba cómo el miedo a perder el trabajo se había convertido en un aspecto más perjudicial para la salud de las personas que el propio desempleo. Lo cierto es que perfiles con cierta jerarquía dentro de la empresa y experiencia a sus espaldas, temen perder su empleo debido a que ya no alcanzan las expectativas adecuadas, o aparece un trabajador que lo hace por una retribución inferior.

2. Temor a un empleado con capacidades más elevadas que las de su superior. Es la persona encargada de valorar a diario las aptitudes de un profesional, y la que coordina su desarrollo dentro de la compañía. Por esta razón, también es la que tiene la mano para tomar la decisión de un despido o ascenso ¿Pero qué pasa si el jefe detecta un profesional de enorme valía que pueda reemplazarlo?

3. Remuneración insuficiente. Con anterioridad, este punto se centraría en el aumento de sueldo, pero lo cierto es que esa situación ha cambiado radicalmente. Muchos profesionales se resignan a lograr una remuneración con la que poder mantener un cierto estatus, pero alejada de las que consideran un salario real acorde a su cualificación.

4. Temor a no volver a tener un primer día de trabajo. El temor a enfrentarse a un entorno nuevo solía ser algo común en muchos profesionales. En el primer día de trabajo no solo influye el aspecto profesional, sino que juega un papel muy importante el humano. Con el panorama actual, el temor que tienen muchos trabajadores es no encontrar otro empleo en el que continuar su crecimiento profesional.

5. No encontrar la perfección. Es un punto que aparece estrechamente ligado con la necesidad de no fallar. Un empleado puede asumir con facilidad sus errores como parte de su formación y trayectoria en la empresa, pero puede crearse un temor añadido a no encontrar la perfección en sus tareas.

6. Miedo al liderazgo. Al igual que otros temores similares, el liderazgo puede producir un miedo en el trabajador debido a la situación de cambio a la que se enfrenta. El liderazgo lleva consigo una acción comunicativa sobre más personas -en público- y una sobre exposición. Las empresas ya no buscan empleados ‘pasivos’, sino que cada vez más se precisan profesionales que posean ciertas aptitudes ligadas a las nuevas culturas empresariales.

7. Miedo a un compañero brillante. Trabajar codo con codo con otro empleado que parece tener unas capacidades y aptitudes laborales superiores repercute directamente en el temor de un trabajador a que sea considerado peor, y, por tanto, con mayores probabilidades de ser despedido.

8. Aparentar una mayor jornada laboral. En algunos sectores es común que la jornada laboral se extienda a los días no lectivos, sin que el trabajador reciba remuneración extra alguna. Esta situación llega a extenderse a empleados que hacen una jornada superior a la suya sin que ello repercuta directamente en la productividad, sino por ‘aparentar’ mayor profesionalidad.

En algunas ocasiones estos miedos tienen fundamento y otras no, son pensamientos que damos por ciertos y que nos pueden afectar tanto en nuestro rendimiento como en nuestras relaciones personales. Quizás el miedo más común que tenemos en estos momentos seria el despido. Dejo un video que refleja la sensación que supone enfrentarse a una situación como esta y como puede suponer incluso una oportunidad según el prisma con el que se mire.